Lo que a continuación se exlicará puede parecer broma o hasta exagerado de ser verdad, pero puedo asegurar a modo de "puedo prometer y prometo" que todo es absolutamente cierto y únicamente es fruto del sinfín de situaciones y vivencias que tenemos la suerte o la desdicha de padecer los que por distintas circunstancias que se explicarán, convivimos con felinos y otros animales en casa. Palabra de blogger.
COMO EMPEZÓ TODO
Pueden ocurrir dos cosas. A saber: Una, que vivas solo/a y que un día iluminado te de la vena y pienses que es una lástima tener un piso impoluto y que ya sería hora de probar en propias carnes como debe ser eso de caminar entre alfombras de pelos, la cama como si hubiera pasado un tornado, tropezar con juguetitos varios, paredes con huellas indelebles al Mr.Propper, etc.etc. y mira por donde te da por hacer el voluntariado de tu vida y decides adoptar a un tierno gatito con el que dar ese giro sustancial que todo ser humano necesita en un momento de su existencia. Puedo asegurar que ¡VAYA SI CAMBIA LA VIDA!.
Y dos, que tengas un hijo/a que le de por recoger todo lo que parpadea y que por tanto lleve hasta extremos, que aquí no calificaré por decoro, aquello de donde comen dos comen tres (o cuatro, cinco......) y así poco a poco te ves adoptando todo lo que te traen por casa (no sin antes proferir advertencias inútiles que no te van a servir de nada y si no al tanto) con lo cual llega un momento que de no asomarte al balcón y ver la Sagrada Familia sobre el asfalto, tendría la sensación de estar viviendo en el Arca de Noé.
Una cree, inocentemente, que cuando su pequeña criatura le pide por primera vez, casi sin saber hablar, que ponga un animalito en su vida y así lo hace, va a tener bastante por los siglos de los siglos AMEN y que se va a cansar cuando pasen dos días y se aburra. En el caso del gato GRAN ERROR. ANTES SE CANSA EL MISINO DEL ANGELOTE.
Por tanto, es tan fácil la convivencia del futuro/a recogetodo con los gatos que cuando pasan los años y tiene la suerte de tener su propio piso mileurista, pasa a un status superior en el cual el misino ha quedado generalmente en casa de los resignados progenitores. Pero ya se le ha despertado aquello que tan largamente había estado dormido: las ganas de tener perro.
Sí, amigos, si, los padres pensamos siempre que empiece con lo fácil (sobre todo porque a nosotros también nos dará menos faena), pero es que no sabemos que ésto irá in crescendo y que poco a poco la consigna será TARDE O TEMPRANO LO TENDRÉ y efectivamente así lo hace.
Sabemos que eso es siempre comienzo de grandes debates pero también de grandes afectos y que pasaremos a ser de canguros enfurruñados a acogedores amos a los que la vida se nos va a complicar por secula in seculorum. Y ya no digamos cuando las especies se empiezan a diversificar hasta tal punto que el especímen raro en casa eres tú y si no que me dices de un lugar donde han pasado tortugas, conejos chinos, dragoncillos de jardín, perros, pájaros, etc.etc. y otros inquilinos.....Aburrido no estás.
De momento el balance queda como sigue: 4 gatos, 2 perras y dos tortugas. Esos los fijos. Luego están los itinerantes que casi siempre son canguros que uno necesita hacer para complicarse la vida un poco más: canes varios vinculados a la family, a los que sus dueños en un ataque de bondad infinita, antes de alojarles en un hotel para el género que les cueste unos cuartos, deciden hacerte el grandísimo favor de alegrar tu anodina vida con el tutelaje temporal de sus mascotas. Y tú contento. Lo más fastidiado es que cuando se los llevan no dejas de añorarles. Vaya tela....como si tu no tuvieras bastante con los tuyos.
Ese es el comienzo. Hasta el final tiene que llover mucho.
COMO EMPEZÓ TODO
Pueden ocurrir dos cosas. A saber: Una, que vivas solo/a y que un día iluminado te de la vena y pienses que es una lástima tener un piso impoluto y que ya sería hora de probar en propias carnes como debe ser eso de caminar entre alfombras de pelos, la cama como si hubiera pasado un tornado, tropezar con juguetitos varios, paredes con huellas indelebles al Mr.Propper, etc.etc. y mira por donde te da por hacer el voluntariado de tu vida y decides adoptar a un tierno gatito con el que dar ese giro sustancial que todo ser humano necesita en un momento de su existencia. Puedo asegurar que ¡VAYA SI CAMBIA LA VIDA!.
Y dos, que tengas un hijo/a que le de por recoger todo lo que parpadea y que por tanto lleve hasta extremos, que aquí no calificaré por decoro, aquello de donde comen dos comen tres (o cuatro, cinco......) y así poco a poco te ves adoptando todo lo que te traen por casa (no sin antes proferir advertencias inútiles que no te van a servir de nada y si no al tanto) con lo cual llega un momento que de no asomarte al balcón y ver la Sagrada Familia sobre el asfalto, tendría la sensación de estar viviendo en el Arca de Noé.
Una cree, inocentemente, que cuando su pequeña criatura le pide por primera vez, casi sin saber hablar, que ponga un animalito en su vida y así lo hace, va a tener bastante por los siglos de los siglos AMEN y que se va a cansar cuando pasen dos días y se aburra. En el caso del gato GRAN ERROR. ANTES SE CANSA EL MISINO DEL ANGELOTE.
Por tanto, es tan fácil la convivencia del futuro/a recogetodo con los gatos que cuando pasan los años y tiene la suerte de tener su propio piso mileurista, pasa a un status superior en el cual el misino ha quedado generalmente en casa de los resignados progenitores. Pero ya se le ha despertado aquello que tan largamente había estado dormido: las ganas de tener perro.
Sí, amigos, si, los padres pensamos siempre que empiece con lo fácil (sobre todo porque a nosotros también nos dará menos faena), pero es que no sabemos que ésto irá in crescendo y que poco a poco la consigna será TARDE O TEMPRANO LO TENDRÉ y efectivamente así lo hace.
Sabemos que eso es siempre comienzo de grandes debates pero también de grandes afectos y que pasaremos a ser de canguros enfurruñados a acogedores amos a los que la vida se nos va a complicar por secula in seculorum. Y ya no digamos cuando las especies se empiezan a diversificar hasta tal punto que el especímen raro en casa eres tú y si no que me dices de un lugar donde han pasado tortugas, conejos chinos, dragoncillos de jardín, perros, pájaros, etc.etc. y otros inquilinos.....Aburrido no estás.
De momento el balance queda como sigue: 4 gatos, 2 perras y dos tortugas. Esos los fijos. Luego están los itinerantes que casi siempre son canguros que uno necesita hacer para complicarse la vida un poco más: canes varios vinculados a la family, a los que sus dueños en un ataque de bondad infinita, antes de alojarles en un hotel para el género que les cueste unos cuartos, deciden hacerte el grandísimo favor de alegrar tu anodina vida con el tutelaje temporal de sus mascotas. Y tú contento. Lo más fastidiado es que cuando se los llevan no dejas de añorarles. Vaya tela....como si tu no tuvieras bastante con los tuyos.
Ese es el comienzo. Hasta el final tiene que llover mucho.
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